El pasado mes de abril el Presidente Obama expuso su visión para un Estados Unidos "construido para durar, una nación con una
fuerza de trabajo educada, cualificada, que tiene el conocimiento, energía y
experiencia para ser exitosa en un mercado global altamente competitivo.
Pero para demasiados estadounidenses esa visión está limitada por el uso de las
drogas, el cual no solo limita el potencial del individuo, sino que pone en
riesgo nuestras familias, comunidades y vecindarios".
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OBAMA POLITICA DE DROGAS SIGLO 21 ACUERDO |
El costo económico del uso de drogas es
enorme: Solo en 2007, el uso ilícito de drogas impuso un costo de más de $193
mil millones de dólares a nuestra nación por pérdidas en la productividad, por
atención médica y costos al sistema de justicia criminal. Pero el costo humano
es peor. En toda la nación, las muertes inducidas por sobredosis de drogas sobrepasan
a los homicidios y los accidentes automovilísticos como la causa principal de
muertes en EE.UU.El plan de la Administración Obama para reducir el uso de las
drogas y sus consecuencias—la llamada Estrategia Nacional para el Control de
las Drogas del 2013—delinea una estrategia apropiada para el siglo 21 a las
políticas para el control de drogas. Este está basado en la ciencia y guiado
por los últimos estudios sobre el uso de sustancias, y contiene más de 100
reformas específicas que respaldan nuestro esfuerzo para proteger la salud y
seguridad pública en los Estados Unidos.
La Ciencia
Por mucho tiempo durante el siglo pasado,
los científicos responsables por los estudios del abuso de las drogas
trabajaron bajo la sombra de mitos poderosos y conceptos erróneos sobre la
naturaleza de la adicción. Cuando la ciencia comenzó a estudiar el
comportamiento adictivo en la década de 1930 se pensaba que las personas
adictas a las drogas carecían de una base moral sólida y de fuerza de voluntad.
Esos puntos de vista moldeaban la opinión sobre al abuso de las drogas,
resultando en el trato de estos trastornos como una falla moral más que como un
problema de salud, lo cual condujo a enfatizar las respuestas punitivas más que
las preventivas y las terapéuticas.
La Dra. Nora Volkow explica la ciencia de la adicción
En la actualidad el debate sobre los
trastornos por el uso de sustancias se relega con demasiada frecuencia a las
sombras quedando repleto de estigmas y malos entendidos.
El plan
del Presidente Obama para la reforma a la política contra las drogas:
"La reforma a la política de las
drogas debe ser basada en la neurociencia, no en la ciencia política. Debería
ser un tema de salud pública, no solo un tema de justicia penal. Así es como se
lograran reformas modernas a la política de las drogas en el siglo 21.
” Gil Kerlikowske, Director de la Política Nacional para el Control de las
Drogas.
En la actualidad, gracias a los avances
significativos de la neurociencia, las respuestas de nuestra nación al abuso de
las drogas han comenzado a cambiar. Descubrimientos innovadores del cerebro han
revolucionado la manera en que entendemos la adicción a las drogas,
permitiéndonos responder al problema en forma más eficaz.
La ciencia demuestra que la adicción es
una enfermedad del cerebro, una enfermedad que puede prevenirse y tratarse, y
de la cual se pueden recuperar las personas.
La política de la Administración con respecto a las drogas refleja este concepto, enfatizando la prevención y el acceso al tratamiento en lugar del encarcelamiento, y plantea un enfoque de "inteligente contra el crimen" más que el de una "mano dura contra el crimen" por ofensas relacionadas con las drogas, y apoya las intervenciones de salud en etapas tempranas para romper el ciclo del uso de drogas, crimen, prisión y nuevos arrestos.
La política de la Administración con respecto a las drogas refleja este concepto, enfatizando la prevención y el acceso al tratamiento en lugar del encarcelamiento, y plantea un enfoque de "inteligente contra el crimen" más que el de una "mano dura contra el crimen" por ofensas relacionadas con las drogas, y apoya las intervenciones de salud en etapas tempranas para romper el ciclo del uso de drogas, crimen, prisión y nuevos arrestos.
“Esta Administración sigue comprometida
con un enfoque hacia la política de las drogas orientada hacia una política que
se concentra tanto en la salud pública como en la seguridad pública. Este
enfoque se basa en la ciencia, no en la ideología, y la investigación científica
sugiere que hemos logrado avances reales.” Presidente Barack Obama.
Política 101 sobre las drogas
Mientras que el orden público siempre
desempeñará un papel vital en proteger del crimen relacionado con las drogas y
de la violencia a nuestras comunidades, simplemente no podemos salir del
problema de las drogas llenando las prisiones. En otras palabras, un enfoque de
la política de las drogas que se centra en la guerra contra las drogas
resulta contraproducente, ineficaz y oneroso. Por otro lado, la legalización de
las drogas también resulta contraria al enfoque de la política de las drogas
centrada en la salud pública y la seguridad. Mientras más americanos usen
drogas, más alto será el costo que tengamos que pagar todos en los renglones de
salud, seguridad, pérdida de productividad y el sistema de justicia penal.
El plan para el siglo 21 para para la
política de drogas de la Administración proporciona una alternativa basada en
evidencias para estos enfoques. Así es como se lograra una solución.
Enfatizando la prevención en lugar del
encarcelamiento. Prevenir el uso de las drogas antes de su inicio—
particularmente entre los jóvenes— es la forma más costo eficiente para reducir
el uso de las drogas y sus consecuencias. De hecho, investigaciones recientes
han concluido que cada dólar invertido en programas escolares de prevención del
uso de las drogas tiene el potencial de ahorrar hasta $18 en costos
relacionados con trastornos causados por el uso de sustancias.
Es por ello que el plan del Presidente
promueve la expansión de programas a nivel nacional y comunitario, como el
Programa de Apoyo a Comunidades Libres de Drogas, que llega a los jóvenes en
las escuelas, universidades y al lugar de trabajo, con información
personalizada designada a ayudarles a tomar decisiones saludables para su
futuro. Pero solo prevenir el uso no es suficiente.
Capacitar a los profesionales de la salud
para una temprana intervención antes de que la adicción se desarrolle. La
detección temprana y el tratamiento de un problema de uso de sustancias por
parte de un médico, enfermera u otro profesional médico es mucho más eficaz que
tratar con las consecuencias de la adicción o posteriormente la participación
de la justicia penal. Por lo tanto, el plan de la Administración trabaja en
ampliar programas de capacitación a los profesionales de la salud para que
identifiquen y puedan dar tratamiento al uso de drogas antes de que la
condición se agudice. Al apoyar programas como el de Screening, Brief
Intervention and Referral to Treatment (Detección, Intervención breve, Remisión
y Tratamiento) podemos promover estilos de vida saludables, prevenir que se
afiancen los desórdenes de la adicción y reducir el número de personas que
ingresarán al sistema de justicia penal. Para muchos, sin embargo, el uso de
las drogas ya ha avanzado hasta el punto en el cual el desorden requiere
tratamiento.
Expandir el acceso al tratamiento. En la
actualidad aproximadamente 22 millones de estadounidenses necesitan tratamiento
por trastornos provocados por el uso de sustancias, y a pesar de ello, solo 2
millones (más o menos 1 de cada 10) recibe el tratamiento necesario. Esto no es
aceptable. La investigación demuestra que la adicción es una enfermedad que
tiene cura. De hecho, las tasas de éxito de los tratamientos de desórdenes de
adicción están casi al mismo nivel que las tasas de recuperación de otras
enfermedades crónicas como la diabetes, el asma y la hipertensión.
Al reconocer esto, la Administración Obama
ha tomado una acción sin precedentes para expandir el acceso al tratamiento
para millones de estadounidenses. A través de la Ley del Cuidado de Salud
Asequible, las empresas aseguradoras deberán cubrir el tratamiento de
adicciones de la misma manera que otras enfermedades crónicas. Calculamos que
con la Ley del Cuidado de Salud Asequible, 62.5 millones de personas recibirán
un incremento en beneficios para 2020, y de éstos 32.1 millones obtendrán
dichos beneficios por primera vez. Para apoyar esta expansión, el presupuesto
del Presidente para el Año Fiscal 2014 incluye un incremento de $1.4 mil
millones para tratamiento de adicciones, más que el Año Fiscal 2013, la
solicitud de fondos para tratamiento de adicciones más grande en décadas.
Implementando una estrategia inteligente
contra el crimen para hacer cumplir las leyes contra las drogas. Las drogas con
frecuencia están vinculadas con el crimen y es por eso que abordar el crimen y
la violencia seriamente vinculados con las drogas será siempre un componente
vital de nuestro plan que protege ambos la salud y la seguridad en los Estados
Unidos. Sin embargo, al final de la jornada, no se puede resolver el problema
de las drogas solo con arrestos. La Administración Obama ha dejado en claro que
no enfocaremos nuestros limitados recursos federales contra usuarios
individuales de las drogas. En vez de ello, nuestra política con respecto a las
drogas enfatiza la expansión de estrategias innovadoras comprobadas de ser
"inteligentes contra el crimen" para romper el ciclo del uso de las
drogas, crimen, arresto y prisión.
Nuestro plan demanda reformas sustanciales
al sistema de justicia penal de la nación para reducir las tasas de
encarcelamiento y reducir la reincidencia, y a la vez proteger la seguridad
pública: reformas como la expansión de tribunales especializados que desvíen a
los transgresores no violentos con faltas ante las leyes contra las drogas
hacia tratamientos en vez de enviarlos a la prisión. Reformas como los
programas de desviación que identifican a los transgresores sin antecedentes
que tienen un trastorno por causa del uso de sustancias y les proporcionan
servicios de salud comunitarios en lugar de enviarlos a prisión o registrarlos
con un historial criminal. Reformas como los programas de reingreso, los cuales
ayudan a reincorporar a la sociedad a transgresores reincidentes, apoyando su
recuperación de la adicción, y ayudándoles a evitar regresar al sistema de
justicia penal.
Dando voz a los estadounidenses en la
recuperación. Millones de estadounidenses hacen una jornada satisfactoria desde
la adicción hacia la recuperación. A pesar de ello frecuentemente dichos
estadounidenses enfrentan barreras para mantener su sobriedad, las cuales
incluyen la negación del derecho a tener casa propia, empleo, y hasta obtener
una licencia de conducir o un préstamo estudiantil.
En apoyo a los aproximadamente 23 millones
de estadounidenses que hasta la fecha están en camino hacia la recuperación, el
plan del Presidente busca eliminar las barreras legislativas y reglamentarias a
las que se enfrentan los estadounidenses que han hecho una jornada
satisfactoria de la adicción a la sobriedad. Como parte de este esfuerzo, la
Administración Obama, por primera vez ha establecido la Sección de Recuperación
en la Oficina de la Política Nacional para el Control de las Drogas para apoyar
a los estadounidenses en recuperación y ayudarles a eliminar el estigma
asociado con la adicción. Así es como se ve un enfoque del Siglo XXI con respecto a la política de las drogas:
El 24 de abril de 2013, el Director de la
Política Nacional para el Control de las Drogas, Gil Kerlikowske, dio a conocer
el marco nacional del Presidente para la política contra las drogas, la
Estrategia Nacional para el Control de las Drogas. Este documento se basa en la
reforma de la política contra las drogas lograda durante los últimos tres años,
comenzando con la Estrategia inaugural de la Administración, publicada en 2010.
Esta estrategia demanda una reforma a la política contra las drogas
fundamentada en la investigación científica sobre la adicción, los programas de
prevención basados en evidencias, el incremento en el acceso a tratamientos, un
énfasis histórico en la recuperación, y en la reforma a la justicia penal.
- Prevenir el uso de las drogas a través de la educación antes de que éste comience: Prevenir el uso de las drogas antes de que comience es más eficiente en costos y tiene sentido común. Mediante la prevención, capacitamos a los adolescentes a tener mejor rendimiento escolar, hacemos más seguras nuestras carreteras al reducir la conducción de vehículos bajo el efecto de las drogas e incrementamos la productividad en nuestros sitios de trabajo. Prevenir el uso de las drogas también reduce las tasas de transmisión del virus del SIDA al reducir el uso de drogas inyectadas, crea ambientes domésticos más seguros para los niños y revitaliza los vecindarios. En pocas palabras, la prevención del uso de las drogas salva vidas y reduce costos.
- Aumentar el acceso al tratamiento para los americanos que luchan contra la adicción: El 10 de abril de 2013, el Presidente solicitó un incremento de $1.4 mil millones en fondos para programas de tratamiento, el incremento más grande solicitado en dos décadas. Para millones de americanos, el uso de sustancias progresa hasta un punto en el cual los esfuerzos para el individuo, y para su familia y amigos, podrían ya no ser suficientes para controlar el problema. En esos casos, el tratamiento para la adicción podría ser un recurso crucial, incluso para salvar vidas. Al igual que en otras enfermedades crónicas, la adicción puede manejarse satisfactoriamente. El tratamiento eficaz permite a la persona contrarrestar los fuertes efectos que la adicción causa al cerebro y volver a tomar el control de su vida. Esto también tiene sentido desde el punto de vista económico: por cada dólar que gastemos en tratamiento, nos ahorraremos cuatro dólares en costos de atención médica y siete dólares en costos de seguridad pública.
- Reformar nuestro sistema de justicia penal: Durante los últimos 25 años, las población penitenciaria en los EE.UU. alcanzó su cifra más alta y se duplicó el número de personas bajo los sistemas de libertad vigilada y libertad condicional. En 2009, cerca de siete millones de personas estuvieron bajo la supervisión de los sistemas de justicia penal estatales y federales. Cerca de nueve millones de esas personas fueron a prisión, mientras que los cinco millones restantes estuvieron bajo los sistemas de libertad vigilada y condicional. Desafortunadamente, muchas personas con cargos por crímenes relacionados con las drogas con frecuencia están enfermas, padeciendo de desórdenes subyacentes a causa del uso de sustancias. Muchas de estas personas no necesitan ir a prisión. Necesitan tratamiento, y merecen una oportunidad para recuperarse y cambiar sus vidas. Es por eso que esta Administración trabaja para expandir programas innovadores como los tribunales especializados en drogas que desvían de la prisión hacia el tratamiento a más de 100,000 transgresores no violentos. Para alcanzar una reforma duradera a la justicia penal, debemos continuamente buscar formas para cambiar la "mano dura contra el crimen" en "inteligencia contra el crimen."
- Apoyo a americanos en recuperación: Más de 20 millones de americanos han hecho una jornada satisfactoria de la adicción a la recuperación. Para muchos, esa jornada dio inicio por medio de programas de tratamiento seculares o basados en la fe. Otros encontraron el camino hacia la recuperación a través de tratamientos apoyados por medicamentos o por medio de la ayuda mutua sin tratamiento. Sus historias demuestran que hay esperanza para todos los americanos adictos, y que la recuperación no solo es posible, sino que es una fuerza positiva que transforma individuos, familias y comunidades. Estamos comprometidos a esparcir la promesa de la recuperación a toda la nación. Como parte de este esfuerzo, la Administración Obama ha establecido la primera oficina de ONDCP (Oficina de la Política Nacional para el Control de las Drogas) dedicada a apoyar a los americanos en recuperación del abuso de las drogas y el alcohol.
Por Valencia Adicciones - Drogodependencias y otras Conductas Adictivas
Fuente: http://www.whitehouse.gov/ondcp/reforma-politica-de-drogas